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Seguramente desde el primer momento en el que se habla o hace alusión a la definición de déficit, lo primero en lo que se piensa es en la escacez o en la falta de algo, para que a partir de ello se pueda llegar a la conclusión de que en realidad ese proceso, procedimiento u objeto se encuentra completo o en perfecto estado.
Es a raíz de lo anterior que la definición de déficit se encuentra medida por la interpretación de que se ha presentado una deficiencia o el menoscabo de una cosa, que por sus condiciones requiere de otro elemento o varios de ellos, ya que se los considera como imprescindibles.
Origen de la palabra Déficit
Es necesario trasladarse al latín para ubicar la noción de deficere, de la que por supuesto se desprende la palabra que conocemos en la actualidad para el caso del castellano. En ese primer momento faltar era el significado atribuido a la palabra.
Utilización de la noción de Déficit
Lo cierto es que por sus características es un término que puede ser usado sin problema alguno para productos, bienes, servicios, alusiones al consumo de alimentos e incluso al uso que se le da al dinero. Al respecto se anota que la utilización de la palabra se da más que nada en contextos comerciales (en el ámbito empresarial, en la administración del Estado o en cualquier actividad económica).
